Turrones: enemigos de nuestra dieta.
CONSEJOS PARA NO ACABAR EL AÑO CON UNOS KILOS DE MAS
A un mes de las navidades, nos encontramos con los supermercados repletos de esas deliciosas y pequeñas bombas de relojería llamadas: Dulces Navideños.
Ya resulta difícil, cuando intentas llevar una dieta sana, que no estricta, evitar las numerosas tentaciones que existen en forma de bollería industrial, snacks, embutidos…etc. Pues nada…un reto más, hacer frente a las navidades un mes antes de que empiecen.
CONOZCAMOS AL ENEMIGO
Sin llegar a exagerar, los turrones “tradicionales” no son malos, como todo en la vida los excesos son los que producen consecuencias, por eso se han de comer en fechas muy señaladas y en pequeñas cantidades.
Existen dos aspectos que los convierten en el enemigo público nº 1 para nuestro objetivo de adelgazar:
QUE SE PONEN A LA VENTA UN MES ANTES DE LAS NAVIDADES, por lo que un producto, considerado ‘las barritas energéticas de hace siglos’, creadas para aportar energía, grasas e hidratos de carbono en periodos invernales y de mayor desgaste energético, se han convertido en un “postre” o tentempié para después de las comidas, que encima en Navidades son de lo más copiosas.
SU INDUSTRIALIZACIÓN, Según la R.A.E. de la Lengua Turrón es “Turrón.1. m. Dulce, por lo general en forma de tableta, hecho de almendras, piñones, avellanas o nueces, tostado todo y mezclado con miel y azúcar.
Hoy en día las materias primas que se utilizan en su elaboración no tienen nada que ver con su origen, se añaden infinidad de colorantes, conservantes y materias primas que aumentan su aporte calórico y de grasas: coco, manteca de cacao, cacao, café, leche, nata, yema de huevo, frutas trituradas, agua, gelatinas, féculas, harinas, arroz hinchado, obleas, especias, licores, proteínas vegetales, grasas vegetales, limón, naranja, aditivos autorizados, grasas “trans”, etc.
Existe más variedad, a cambió de peor calidad y más adicción, y si no haz la prueba: ¿cuanto turrón de especialidad “blando o duro” (los que más se ajustan a su origen) eres capaz de comer después de una comida o cena copiosa, y cuanto del de “chocolate”, “praliné”, “nata” “ron con pasas”?, seguro que la cantidad varía.
No nos dejemos llevar por el consumo exagerado de estos productos, que cada año se ponen a la venta mucho antes para que su consumo sea mayor. Comprarlos ahora puede significar un ahorro para nuestra economía familiar, pero no significa que tengamos que comer turrones todos los días de aquí al final de las navidades.
Lo cierto es que tampoco hay que renunciar a ellos, pero no abusar, y si intentamos mantenernos en nuestro peso, nunca comerlos después de las comidas.
El turrón “engorda”, pero puestos a no privarse de las tentaciones navideñas, aquí van unos pequeños consejos PARA NO ENGORDAR EN NAVIDAD.
- Intenta elegir los dulces navideños más naturales y tradicionales posibles.
- No comas todos los días. Sólo en fechas señaladas.
- No más de una porción de 25 gramos cuyo aporte calórico es de 125 calorías en el caso del turrón.
- No dejes el gimnasio, precisamente es ahora cuando más debes compensar la ingesta de más calorías (desgraciadamente inevitables) con el ejercicio.
- Si vas a tener una cena copiosa, haz una comida ligera y viceversa.